Carlos Carreter | Viajes
La lluvia es relativamente intensa, ambos conocemos la ciudad, y no nos compensa el sacrificio. Los paraguas, los zapatos, los cortavientos, corren riesgo de empezar a hacer aguas. Y no nos apetece arriesgar las cámaras, que no obstante resisten como leonas. Así que tras un largo refrigerio calentito de casi una hora, con buena conversación, tomamos la línea 2 del vaporetto en San Zaccaria para ir a la estación de Santa Lucia. Esta es la línea rápida, la que hace pocas paradas. La línea 1 lleva un recorrido semejante pero lo cuesta el doble de tiempo. Y la luz será demasiado escasa al final de la travesía para pensar que merece la pena.
Tras una "cioccolata calda" nos embarcamos hacia la estación de tren.
Cuando llegamos a las islas principales de Venecia. La lluvia ha arreciado. Habíamos pensado pasar a San Giorgio Maggiore, pero nos enteramos que ya está cerrado. Desde las cinco. Nos tomamos una "cioccolata calda" cada uno, con su natita y sus pastas, y tras un rato de conversación decidimos coger el vaporetto para ir yendo a la estación de Santa Lucia.
Desde el Vaporetto de la línea 2, el que va más rápido, mejor para aprovechar la poca luz que queda, decimos adiós a San Giorgio, que una vez más me quedo sin conocer
Y desembarcamos en la parada de Ferrovia, donde vemos que han desmontado la pasarela que ayer previeron. Es curioso, porque hoy llueve más. Pero serán otras cuestiones las que afecten al "acqua alta". Probablemente, la luna está empezando a ir de capa caída. Se supone que está llena para pascua.
Cuando llegamos a las islas principales de Venecia. La lluvia ha arreciado. Habíamos pensado pasar a San Giorgio Maggiore, pero nos enteramos que ya está cerrado. Desde las cinco. Nos tomamos una "cioccolata calda" cada uno, con su natita y sus pastas, y tras un rato de conversación decidimos coger el vaporetto para ir yendo a la estación de Santa Lucia.
30 de marzo de 2013
Vaporetto a Santa Lucia